Desde el pasado viernes 22 de octubre lucirán dos adoquines dorados en la acera del último domicilio donde habitaron los dos vecinos del Real Sitio que fueron deportados al campo de concentración nazi de Mauthausen. Tras dos años de gestiones y retrasos debidos a la pandemia se hace realidad esta iniciativa impulsada por diversos vecinos y familiares y con el apoyo del alcalde del Real Sitio, Samuel Alonso.
Uno lo encontramos en la calle Ría Alta y el otro en la calle Infantes.