La Casa de Oficios tiene planta rectangular alargada y cuenta con tres patios en su interior. Debido al nivel del terreno alcanza diferentes alturas en los dos extremos. En su origen el piso bajo estuvo destinado a las cocinas y otros menesteres relacionados con la comida y conocidos como «oficios de boca»; el piso principal, a alojamiento de la comitiva que acompañaba a la corte, y las buhardillas, para viviendas de los empleados. Comenzó a construirse en 1725 y sufrió un importante incendio el 15 de septiembre de 1740, tras lo cual se reconstruyó aunque a finales del S. XX sufrió de nuevo la ferocidad del fuego lo que conllevó una nueva recuperación de las cubiertas. Hoy en día el edificio está ocupado por viviendas particulares.