Es un templo barroco proyectado en 1764 para alojar a la Hermandad de los Dolores. Conserva en su interior la imagen de la patrona, la Virgen de los Dolores, realizada por el gran escultor Luis Salvador Carmona.
En el interior, de planta rectangular y nave única, con capillas laterales, dos a dos. En su cabecera tiene un amplio crucero que no sobresale dela línea de los muros laterales de planta elíptica, forma que vuelve a repetirse en su bóveda, al cual se abre un nicho semicircular para el alta mayor.
En el exterior un sencillo pórtico, una obra de sillería, conformado por seis pilastras con bases y capiteles, las cuales servirían de jambas para las tres puertas, dos laterales y una mayor central, todas ellas dinteladas. Está labrado en liso, sin perfiles ni molduras y en pilastras de una pieza.